
Seres IMPECABLES vs Hombres RESTAURADOS
El pastor David Mulki comparte en su página de Facebook sobre el tema: ‘Seres IMPECABLES vs Hombres RESTAURADOS’. Una reflexión sobre la vida de un hombre de Dios, Fernando Vangioni. (1)
Vangioni (2,3) fue un reconocido teólogo y misionero evangélico, nacido en Argentina.
«¡Tengo algo en mi corazón que ya ha cumplido 39 largos años y creo llegó la hora de sacarlo, de darlo a conocer!
Es una buena manera de comenzar esta reflexión…
Tanto hoy como en los días de Jesús, existieron siempre los «seres impecables».
Cuando lo menciono ya la Biblia se me abre sola. Se abre en Mt.23, ese tremendo capítulo de confrontación entre Cristo y los líderes religiosos de su época.
Cierro mis ojos y veo la escena y hasta siento el fuerte acento de Su Voz.
Jesús los señaló a esos fariseos y escribas como ‘hipócritas’, en cambio yo en esta reflexión los llamo: ‘seres impecables’, dado que todas las cosas parecen salirles muy bien.
Nada escapaba de su atención. Se paseaban entre las multitudes, pero al mismo tiempo ‘se diferenciaban mucho de ellas’.
Su presencia era diferente. La manera de vestir, de caminar, de observar. Todo era diferente a los demás.
Si leemos Jn.9:34 allí vemos a un muchacho ciego de nacimiento que recibe el milagro en sus ojos por medio de Jesús.
La ciudad se convulsiona al tiempo que los ‘impecables’ se sienten ‘desplazados’ del centro de atención. ¡Un problemón!
Los Hombres RESTAURADOS son diferentes a los IMPECABLES
‘Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron’.
¡Lea el capítulo 9, le dará mucha información! El milagro de Dios en ese muchacho sacó lágrimas a todos, salvo a los impecables. El ‘restaurado’ terminó ‘expulsado’. ¡Qué cosa!!
Los siglos siguen caminando, pasando, pero la escena se repite y repite sin cesar. Llego a una triste conclusión y es esta:
«Un impecable no entiende el término restaurar».
Tal vez creerá que ese nombre se le debería dar a algo ‘de segunda selección’, a algo ‘con falla de fabricación’.
Pero lo más triste no es eso, sino la realidad de saber que NO EXISTE EL IMPECABLE.
¡Yo puedo sentirme impecable pero el tema pasa por serlo, no por sentirlo!! Dios usa a los restaurados, NUNCA a los impecables (Mt.23:2-3).
El restaurado tiene ‘cicatrices de Gracia’ en el alma, dulzura de Gloria en sus labios; ternura de Dios en sus oídos. La Biblia y su estudio me dará conocimiento, pero:
¡LA RESTAURACIÓN me otorga un equipamiento diferente!
Los más grandes referentes apostólicos como Pedro, Pablo y otros, además de retener Las Escrituras, cursaron seminarios profundos, aprobaron materias difíciles como RESTAURACIÓN I y II, ‘materias que sólo se aprueban con 10, y se reprueban con 9,50’.
Los apóstoles eran Hombres RESTAURADOS
Con solo pensar en Pedro me basta. Formado de cerca por Jesús, bien controlado por el Maestro, aprendió y lo hizo muy bien. Ya que hasta el Padre ‘lo mimó’ dictándole al oído el misterio de Su Hijo (Mt.16:17).
Pero las cicatrices de Gracia, la dulzura de Gloria y la ternura de Dios en su vida ‘VIENEN POR OTRO CAMINO’.
Jamás habría imaginado Pedro que un día llegaría a INSULTARLO.
Que llegaría a MALDECIR su Nombre junto a la fogata esa noche y finalmente NEGARLO. Pero cuando ya era anciano, por algo escribió él estas palabras:
‘Porque la paciencia de Jesucristo, fue para mi salud’
Jamás pensó Pedro OIR por medio de las mujeres (Mr.16:9) que venían del sepulcro que ‘El Cristo resucitado LO HABÍA CITADO para verlo en Galilea’. Claro que lo cita, porque LOS PLANES DE DIOS se realizarán en su vida, y lo que parece un estorbo al final era una cicatriz de Gracia. ¡Y fue restaurado!!
FERNANDO VANGIONI, uno de los Hombres RESTAURADOS
Uno de los exponentes más sólidos que conocí desde niño y que impactaba en mi corazón fue don FERNANDO VANGIONI. ¡Un hombre de Dios que bendijo a miles!!
Pero aunque hubo tropiezo, caída y dolor, también el Padre Eterno ‘inclinó Su oído’ (Sal.40:1) al mismísimo lodo cenagoso. Y con ternura comenzó a operar en su interior.
¡Fue un tiempo de estupor!! Muchos corazones fueron sacudidos literalmente. Pero Dios tenía un plan. Sólo El.
El Plan de Dios son los Hombres RESTAURADOS
Por supuesto que los seres impecables no pudieron ‘digerir’ el momento. Prefirieron darle la espalda, pero Dios seguía firme con su plan.
Se fue a España quizás por vergüenza, tal vez por necesidad. Lo cierto es que también el Señor siguió Su terapia en él. Un día me enteré que venía para Buenos Aires y lo fui a esperar.
Lo abracé con el alma, sin brazos, y le dije que ‘si le quedaba algún mensaje bueno, que lo diera en la iglesia’. Alquilé un salón de conferencias en la calle La Pampa en Belgrano y programamos ese encuentro.
Invité a cientos de hermanos, pero el temor ‘a los impecables’ les hacía desistir de ir.
Aun así, recuerdo, pude localizar a algunos ‘encubiertos’ que fueron a escucharlo. Deseaban escucharlo pero al mismo tiempo ‘pasar inadvertidos’.
Esa noche FUE SENCILLAMENTE G L O R I O S A. Fernando habló del Alfarero, como era de esperar. Era el mensaje más real en su vida, el más ‘fresco’. ¡Jamás lloré tanto!!
Eran las cicatrices de Gracia en su alma que guiaban la dulzura de Gloria en sus labios.
¡Era otro ser!! ¡Cómo lo abracé esa noche! ¡Cuántos hermanos fueron a abrazarlo y lloraron en su hombro!! ¡Jamás podré olvidar esa noche!
Sencillamente nos habló Dios por medio de un Fernando ‘restaurado’, expulsado tal vez por los impecables pero usado por Dios en gran manera.
A los pocos días volamos juntos hacia Córdoba, dado que quería saludar a amigos, pero allí también mostré mi destreza organizando ‘alguito’.
Rindo este Homenaje primeramente a Dios que produjo el milagro, a Fernando Vangioni (2) a quien amé desde niño».
Recursos externos:
(1) www.facebook.com
(2) es.wikipedia.org
(3)
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