Mecca

Peregrino Musulmán encuentra a Jesús en la Meca

01 Jul 2015 / ADM / IGLESIA Y MINISTERIO

«Se puso de rodillas y dijo: ‘Señor, lo que quieras voy a hacer'» – Ali Pektash

(Manchester, Reino Unido) — un hombre musulmán de Turquía fue en peregrinación a la Meca en un intento desesperado para conseguir enderezar su vida — ¡y conoció a Jesús! , según publica Breaking Christian News.

La esposa decía que era adicto al alcohol, Ali Pektash fue en una visita al famoso santuario cuando se quedó dormido bajo el sol ardiente.

Jesús dos veces se le apareció en un sueño, diciéndole que abandone el área y difunda el Evangelio y le dejó una marca permanente donde le tocó en el pecho.

Ali contó su increíble historia a los delegados de una conferencia en Manchester diseñada para alentar a los creyentes en Cristo de todo el Medio Oriente, muchos de los cuales arriesgan sus vidas por practicar su fe.

Era uno de diez niños en una familia de kurdos, que fue rechazado por su madre, lo que le abrió una herida profunda en su vida. Fue trasladado con su tío, pero él también lo rechazó. A los 14 se fue lejos a trabajar en la industria de la construcción antes de regresar a casa cuatro años más tarde por invitación de su padre.

Los comunistas fueron ganando influencia en su región, pero cuando él empezó a trabajar como pastor de ovejas, él no podía entender cómo la gente podía maldecir a Dios cuya creación hermosa había visto en los campos todos los días.

Conoció y se casó con Zehra (quien lo acompañó a la Conferencia), pero dijo que era un hombre débil de voluntad que sucumbía a la borrachera lo que comenzaba a destruir su vida. Él comenzaba a temblar si no tenía una copa y las cosas estaban tan mal que golpeaba a su esposa varias veces al día y tenía dificultad para respirar después de pocos pasos.

Unos amigos le convencieron para encontrar trabajo en Arabia Saudita, donde él podría ser libre de alcohol porque estaba prohibido. Pero en realidad descubrió que había un montón disponible allí.

Tal vez la Meca era la clave para el éxito, le sugirieron, así accedió a unirse a un grupo en el Hayy (peregrinación) durante su tiempo en Arabia.

Hablando mediante un intérprete, dijo: «sabía que pertenecía a Dios de alguna manera, él era mi amigo, pero no pertenecía a una religión que pudiera encontrar. Circundó la Kaaba (el edificio como cubo en el centro de la gran mezquita) siete veces (uno de los ritos especificados de los que participan en la peregrinación) y vio como todo el mundo besaba esta piedra negra. Pero el caminó al revés. Creía en un Dios vivo, no en una roca.»

Cuando se retiraron a sus tiendas para pasar la noche, decidió dormir bajo las estrellas porque estaba tan caliente.

«Jesús vino a mí en un sueño, puso su dedo en mi frente y su mano en mi corazón. Él sonreía mirándome y dijo: ‘Levántate y deja este lugar’.

«Realmente no entendía, pero sabía que estaba salvado. Había una vibración en mi zona del riñón donde sentía que alguien estaba hablando a mí, y decía lo mismo.

Tuve mucho miedo y recordé de haber leído cómo demasiado alcohol puede afectar el cerebro. Pensé que quizá me estaba volviendo loco; que había llegado mi fin. Les dije a mis amigos lo que me había sucedido, pero se reían, diciendo que había comido demasiado. Y preguntaron: ‘¿qué tiene que ver Jesús con Mahoma?’

Pero la voz no me dejaría. Le dije a mis amigos que no podía terminar la peregrinación, se molestaron y enojaron. Encontré un cuarto de baño donde tomé una ducha antes de salir y vi en un espejo que el pelo negro en mi pecho tenía la impronta de una mano blanca en un lado. He intentado frotarla para borrarla, pensando que podría ser polvo y oí la voz decir: ‘Vas a ver muchas más cosas que esta’.

«Así que me puse de rodillas y dije: ‘Señor, lo que quieras voy a hacer.’

«Me dijo que debía ir directamente de vuelta a casa, así que salí inmediatamente de la constructora para quien había estado trabajando».

Corrí a mi esposa para decirle que venía con Jesús, y quedó perpleja mientras miraba para ver donde se encontraba mi compañero cuando llegué. «Está dentro de mí», explique.

De acuerdo con la tradición para quienes retornan de Hayy, los vecinos todos dan una fiesta de bienvenida. «Obedecí la instrucción del Señor poniéndome de pie y diciéndole a todos los presentes que me había convertido en un cristiano. Algunos se molestaron y salieron de la habitación. Y esa noche le dije a Zehra que no podía vivir con ella ya porque era un cristiano y ella era musulmana.

Pero ella respondió: «todo lo que quieras ser, yo seré.»

Y aunque él sabía que ahora era un cristiano y apasionadamente compartía su testimonio con otros, fue seis años antes de que él fuera capaz de obtener una Biblia en su propio idioma, a través de una emisora de radio cristiana en Rusia. «Era el más preciado regalo que he recibido en toda mi vida. La leí toda antes de comer o dormir otra vez, «él dijo. Memoricé porciones enteras y este libro cambió mi vida. Yo seguí leyéndolo una y otra vez, entendiendo más como lo hice.»

La palabra de Dios también trajo sanidad a su vida, curándolo de su adicción a la bebida y cigarrillos y no golpeó más a su esposa. Y fue un año antes de que conociera a su compatriota cristiano (aparte de su esposa), un pastor en Estambul.

Allí estudió y se convirtió en un pastor en Ankara, la capital. Ahora su objetivo es ver a un creyente en todos los hogares turcos. Su esperanza es que luego ayudará a cumplir la visión anunciada por el profeta Isaías (capítulo 19) cuando habló de una carretera de reconciliación desde Egipto a Asiria (representando gran parte del mundo árabe de hoy en día) a través de Israel.

Organizado por el Ministerio de la iglesia entre el pueblo judío (CMJ), se celebró la Conferencia de Manchester para animar a los seguidores de Jesús por todo el Medio Oriente para trabajar juntos hacia ese resultado.

www.breakingchristiannews.com

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