Irán: los musulmanes están recurriendo a Cristo
El cristianismo está creciendo en Irán a pesar de la represión, «los musulmanes están recurriendo a Cristo».
A pesar de la persecución religiosa practicada por el gobierno y los líderes musulmanes, el número de cristianos en Irán ha crecido en los últimos años.
Un informe de la organización Puertas Abiertas en los Estados Unidos, estima en 450.000 el número de seguidores de Jesucristo en Irán.
Otras entidades, más optimistas, dicen que los cristianos en el país pueden ser al menos 1 millón de fieles.
De acuerdo con información de la Christian Post, hay una urgente necesidad de formar líderes para trabajar con los fieles en las iglesias locales.
El Centro Teológico Pars (PTC, por sus siglas en inglés), con sede en Londres, ha estado entrenando a 200 cristianos iraníes en su propio país para ocupar la posición de liderazgo eclesiástico allí.
«El entrenamiento de los agentes de cambio es una oportunidad real para transformar la sociedad iraní desde la parte inferior hacia arriba, promocionando el desarrollo de los valores de Jesús con un estilo iraní», comentaron los representantes de la entidad.
«Esto no es un movimiento político, sino que tendrá implicaciones políticas, porque toca la base fundamental de la sociedad. Esta lucha contra la prostitución y la drogadicción. Si quieres vivir en un país que no financia a los terroristas, usted tiene que desarrollar la base de los valores», añadieron.
El Centro Teológico Pars ha querido subrayar que la obra misional y la formación de líderes cristianos no es un movimiento en contra de Irán. La preocupación se justifica por el hecho de que el gobierno local – qué es una república teocrática – considera el cristianismo una amenaza a los orígenes del país.
«Es un movimiento iraní. Hay un gran, gran número de musulmanes volviéndose a Cristo», subrayaron.
La entidad explicó que, por miedo a la represión, las iglesias de los iraníes -la mayoría de cuatro o cinco miembros solamente- casi todos ellos son domésticas, con reuniones en los hogares.
«Si quieren cantar, tienen que cantar en voz muy baja o de lo contrario no cantan», dijo.
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