The Gap

Un ángel en el acantilado

25 Dic 2014 / ADM / IGLESIA Y MINISTERIO

Dios envía “un ángel en el acantilado” – la historia de Donald Ritchie lo sorprenderá y conmoverá – un australiano que logró evitar más de 160 suicidios.

“Nunca subestimes el poder de una palabra amable y una sonrisa”, aconsejaba Donald Ritchie a su hija Sue. Esta recomendación, dicha por un experimentado vendedor de seguros, no quería referirse a alguna especulación de su negocio – sino a una misión humana: salvar vidas de personas al borde del suicidio.

La vida de proezas de este discreto “ángel” no aparecen en ningún libro de récords, pero seguramente no existe nadie en el mundo que haya rescatado a tantas personas de la muerte usando solamente algunas frases y gestos amigables.

Lo aclamaron como héroe nacional, si bien nunca se destacó en política, en la guerra o en alguna legendaria aventura.

Solo le bastó tener amor al prójimo para quedar en memoria de todos.

En 1964 él se mudó a una casa a la vista de uno de los sitios más trágicos en la historia de Sídney: los acantilados conocidos como The Gap.

Desde el siglo XIX este abismo se había convertido en el destino predilecto de los suicidas.

Pero el nuevo vecino, en vez de escaparle a tan sombría influencia, decidió ayudar a quienes no creían que tenían otra salida más que morir ahogados en el Mar de Tasmania.

Casi medio siglo Ritchie estuvo vigilante, como un faro de vida, observando los caminos al borde del precipicio.

Antes de tomar su desayuno, miraba por la ventana de su habitación. Si observaba a alguien solitario muy cerca del farallón, rápidamente se apuraba para acompañarlo.

Richie se había enrolado como marino en la Segunda Guerra Mundial y luego disfrutó una carrera exitosa en el mundo empresarial, él ignoraba la psicología del suicida, no era su experiencia.

Pero, dominaba perfectamente las herramientas de la persuasión.

“El sonreír, el ser amigable y preguntar si podía ayudar de alguna manera”, esas eran las bases de su terapia, confesaba.

En oportunidades los invitaba a tomar un té en su casa, donde él junto a su esposa escuchaban problemas médicos, padecimientos mentales, dramas personales que agobiaban a estos extraños.

Muchos necesitaban solo un oído comprensivo para desistir el intento suicida. No siempre podía convencerlos.

Ritchie ponía en riesgo su propia vida para rescatar a algunos – mientras que su esposa Moya llamaba a la policía.

Si sucedía lo peor, llevaba a su casa a los rescatistas para confortarlos.

No obstante haber vivido de cerca decenas de muertes, los episodios vividos no le engendraron pesadillas. Él hacía todo lo posible por devolverles los deseos de vivir, pero no creía que era infalible.

Eso sí – la gratitud, lo rodeó hasta su fallecimiento en 2012. Muchos le enviaban cartas, regalos para Navidad o lo visitaban en agradecimiento por su gesto salvador.

En 2011 fue nombrado Héroe Local del año, reconocimiento que suele ser otorgado por el gobierno de Australia a ciudadanos que han hecho contribuciones extraordinarias en sus comunidades.

Se calcula que Ritchie salvó a más de 160 personas. Su familia dice que esa cifra es inexacta y que el total ronda más bien en los 500 rescates. El suicido, es un serio problema en Australia

En los acantilados de The Gap – cada semana – se suicida una persona.

Es uno de los cinco preferidos en el planeta para suicidarse. Junto a otros en el mundo como el Golden Gate, en San Francisco.

ar.noticias.yahoo.com

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