
Pastor transforma el mayor basurero de América
Pastor desarrolla un proyecto social en un antiguo basurero y ofrece deportes y comida a niños y adolescentes.
El basurero más grande de América Latina, en Gramacho, en la ciudad de Duque de Caxias (RJ) fue cerrado por tres años, y los residentes locales, quienes actuaban como carroñeros, recibieron una pequeña indemnización en efectivo y, en la práctica, fueron abandonados a su suerte.
El pastor Anderson Leite, que desarrolla las misiones Sociales ‘Ide Missões’ trabaja con niños y adolescentes de la comunidad, ofreciendo comidas y deportes.
Al principio, Leite encontró una situación de calamidad y abandono. En una entrevista concedida a G1, el pastor informó que encontró a niños que no tenían comida durante días.
«Puse a los niños a hacer deportes y un muchacho se desmayó. Corrí a la panadería, compré una Coca Cola y una banana y se le di para subirle la tasa de glucosa. Luego, le di una reprimenda al niño y diciéndole que tenían que comer antes de llegar a la práctica. El chico se volvió y dijo, ‘Pastor, tengo tres días que no como nada. No hay nada en la choza para comer'», recuerda el pastor Anderson.
Este episodio le inspiró para construir una cocina industrial en la sede del proyecto social, y ahora ofrece almuerzo y refrigerio diario para alrededor de 1.000 niños.
Leite Anderson dice que la iniciativa propuesta es cambiar las vidas de los jóvenes a través del deporte.
El proyecto social utiliza un cobertizo construido en la comunidad, y allí, los niños y adolescentes hacen artes marciales con clases todos los días de la semana y fines de semana participando en competiciones en Rio de Janeiro y aún fuera del estado.
El pastor informa que con el proyecto, unos chicos que iban a entrar por el narcotráfico acabaron encontrando en el deporte la oportunidad de cambiar su vida: «eso es lo que vale. Mi misión es eso. Cuando estaba decepcionado con la iglesia le pedí a Dios salir de Brasil e ir a Haití o África -él me presentó una África junto a mí- una región de extrema pobreza que está a 30 minutos desde cualquier punto de Río. Jardim Gramacho para mí es la África brasileña y por eso estamos aquí hace siete años», resume.
Pueden ver su trabajo en Facebook: www.facebook.com
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