
Jesús Feminista
La autora de este artículo nos habla de ese Jesús Feminista y la elevación de la altura de la mujer.
«Yo tenía 12 años la primera vez que escuché la palabra F en público. En casa, mi madre la usaba. Mi padre había hablado de ella una o dos veces, y mi hermana y yo con cierta frecuencia porque estaba muy de moda. Pero entonces, escuché a un niño en la iglesia que lo dijo.
«Feminista».
Me arrojó la palabra como un epíteto. Creo que que ha manera de insulto, pero lo acepté con orgullo, y él siguió hablando de cómo las mujeres no deben predicar a los hombres.
(¿Por qué él y su familia llegaron a una iglesia cuya enseñanza del pastorado estaba dividida entre hombres y mujeres es un misterio, pero allí estábamos).
Años más tarde, en la universidad, tomé una clase de política internacional impartida por una mujer increíblemente fuerte, con una sólida formación académica en la política europea. Ella demostró ser una gran profesora, una maestra muy dedicada y un grado duro.
Sin embargo, en las evaluaciones de fin de curso anónimas, los estudiantes la etiquetaron «Feminazi,» y lo peor que era en nuestra universidad amorosa cristiana de artes liberales.
La palabra feminista, para algunos, todavía evoca imágenes de quemadores de corpiños de la segunda ola y de política de izquierda radical, olvidando por completo a las mujeres como Anne Hutchison y Elizabeth Cady Stanton.
Para las que estas caracterizaciones que definen al feminismo es similar a dejar que una sola denominación defina al cristianismo: es inherentemente limitante, falsa, y un anatema para la unidad en Cristo.
La iglesia necesita feminismo porque en el fondo, el feminismo nos afirma lo que nuestra fe nos enseña acerca de hombres y mujeres en el Reino de Dios y lo que el mismo Jesús predicó en todo el Nuevo Testamento.
El feminismo no es más que la creencia de que las mujeres son igualmente tan humanas como los hombres e iguales ante los ojos de Dios, igual que es portadora de su imagen e igualdad en la capacidad…
Estoy muy agradecida Sarah Bessey que trae la F- palabra de nuevo en la conversación cristiana con su fantástico libro, “Jesús Feminista”, que saldrá en noviembre. En ella he encontrado el idioma para algunas de las verdades más profundas acerca de quién es Jesús y por qué es una buena noticia para todas las personas -mujeres incluidas.
La atención de Jesús hacia los oprimidos, los marginados, no puede ser ignorada en el Nuevo Testamento. Mientras que los hombres continúan manteniendo las riendas del poder en la iglesia – 2,000 años después que los débiles se hicieron fuertes y lo bajo se hizo alto en Jesús, debemos dar la bienvenida a los esfuerzos para elevar y para incorporar a las personas que han sido dejadas de lado en el cristianismo».
En Jesús Feminista, Bessey cita al teólogo John Stackhouse.
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