
Fuego de Dios de Hillsong United
Alguien escribió sobre Fuego de Dios de Hillsong United – “El mismo fuego que descendió del cielo en el monte Carmelo y cambio los corazones de los israelitas e hizo que dejaran a baal y adoraran a el Dios único y verdadero es el mismo fuego del Espíritu que anhelamos en estos tiempos…fuego de Dios consúmenos te anhelamos…”
La letra de Fuego de Dios:
Porque sé que vivo estás
Me diste la eternidad
Por siempre quiero alabar
Tu nombre oh Dios
Glorificar
Me compraste con la sangre que diste en la cruz
al morir crucificado por la humanidad
ahora vivo estás
en mí
Con mis manos quiero servirte Jesús
Me acepto desesperado por ver tu bondad
Mi alma descansará
en ti
Jamás seré igual
Jamás seré igual
Porque sé que vivo estás
Me diste la eternidad
Por siempre quiero alabar
Tu nombre oh Dios
Glorificar
Me has cambiado rompiste el muro que nos separaba
en ti soy bendito y camino en tu luz
la victoria yo tengo en ti
Jamás seré igual
Jamás seré igual
Porque sé que vivo estás
Me diste la eternidad
Por siempre quiero alabar
Tu nombre oh Dios
Glorificar
Fuego de Dios, fuego de Dios, consúmenos
te anhelamos
Tu corazón yo quiero ver, ven con tu gloria
‘¿Quién de nosotros morará con el fuego devorador?’ ¿Quién de nosotros habitará con el fuego eterno? el que anda rectamente y habla con rectitud; el que menosprecia la ganancia de opresiones, que retira sus manos de la realización de sobornos, el que su oídos cierra para los que proponen derramar sangre y cierra sus ojos de ver el mal.’–Isaías 23: 14, 15.
‘El que permanece en amor permanece en Dios’–1 Juan 4.16.
He puesto estos dos versículos juntos porque, llamativo como a primera vista se ve el contraste de su tono, se refieren al mismo tema, y predican substancialmente la misma verdad. Un lector apresurado, que es influenciado más por el sonido que por el sentido, supone que las expresiones solemnes del primer texto, ‘devorado por el fuego significa infierno.
Se refieren a Dios, como es obvio el contexto. El hombre que ‘habita en el fuego devorador’ es el hombre bueno. Que es capaz de obedecer, que camina con rectitud y habla rectamente,’ que ‘menosprecia el aumento de la opresión, que retirará sus manos de la realización de sobornos, que cerrará sus oídos de la propuesta de derramar sangre y cierra sus corazón y ojos de ver el mal’.
El Profeta ha estado llamando a todos los hombres, lejos y cerca, en un gran acto de juicio divino en el que Dios se ha manifestado en gloria llameante, consumiendo el mal; ahora representa a los pecadores en Sión, los miembros indignos de la nación, como agarrados con terror repentino con esta pregunta, que significa en efecto: ‘quién de nosotros puede habitar tranquilamente, alegremente, alimentados por el brillo que no consume y no ser aniquilados, por esa pureza y ese brillo fulgoroso?’ La Respuesta del Profeta es la respuesta del sentido común– Un Dios Santo debe tener compañeros Santos.
Pero eso no es todo. El fuego de Dios es el fuego del amor, así como el fuego de la pureza; un incendio que bendice, así como un fuego que destruye y consume.
Por lo que el apóstol Juan viene con su respuesta, no contradiciendo lo otro, sino profundizándolo, ampliarlo, nos permite ver los cimientos de la misma y proclamando como un Dios Santo debe estar rodeado por corazones Santos, que se abren a la llama como flores en el sol, así que un Dios amoroso debe agruparse sobre corazones que solo puedan entrar en la verdadera y profunda amistad con él.
Las dos respuestas, entonces, de estos textos son cuando le pregunta Isaías, ‘¿Quién morará con el fuego eterno?’- el perpetuo fuego, que quema y consume, de esa justicia divina – la respuesta más profunda, que es severa pero contiene una misericordiosa promesa, es la respuesta de Juan, el que permanece en amor permanece en Dios.
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