Dios enviará una peor plaga que el Ébola
Un pastor estadounidense dice que Dios enviará una peor plaga que el Ébola como castigo por el matrimonio gay y que la epidemia del mortal virus sería solo la vista previa de la ira de Dios en contra de la homosexualidad y la legalización del matrimonio entre homosexuales.
Él manifiesta que otros males vienen sobre la humanidad pronto.
Ron Baity, pastor de la Iglesia Bautista Berea en Winston-Salem, en el estado de Carolina del Norte, dijo que Dios está tan enojado con el pecado de la homosexualidad que enviará una maldición peor que el ébola.
«¿Crees que el Ébola es malo ahora, sólo tienes que esperar», dijo el pastor Ron durante su sermón del domingo, dice el Huffington Post.
La revuelta nació por la decisión de un juez de anular la prohibición del matrimonio gay en Carolina del Norte.
Los legisladores estatales habían aprobado una ley en contra de la unión homo-afectiva, pero después de que los activistas homosexuales plantearon la medida, la Justicia dejó caer el proyecto.
«Si usted piensa por un minuto y piensa que Dios se quedará de brazos cruzados y permitirá que esto siga adelante sin repercusiones, es mejor parar y repensar esta situación.
Quiero que entiendan que [el matrimonio homosexual] es una blasfemia cruda y pura», dijo el pastor durante un sermón el domingo pasado, 12 de octubre.
Ron Baity también hizo comparaciones entre el matrimonio gay y las ciudades de Sodoma y Gomorra, que se mencionan en la Biblia por ser centros de la promiscuidad y fueron destruidas.
«Mi amigo, nos lo merecemos, estamos trayendo el juicio de Dios sobre esta nación tan cierto como que fueron destruidas Sodoma y Gomorra. No se sorprenda con las plagas. No se sorprenda por el juicio de Dios. ¿Cree usted que el Ébola es malo, espere. Si no es eso, va a ser algo más «, advirtió el pastor bautista.
Los Estados Unidos pasan por un período en el que los cristianos han sido perseguidos por mantener posiciones firmes en contra de la homosexualidad y el matrimonio gay, y la presión sostenida por parte de los activistas ateos que acusan a las iglesias de atentar contra el Estado laico.
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