David Berkowitz

Asesino en serie confesó, Jesús me ha perdonado

15 May 2014 / ADM / IGLESIA Y MINISTERIO

David Berkowitz un asesino en serie confesó, Jesús me ha perdonado después de ser condenado a seis cadenas perpetuas se convierte al Evangelio y rechaza la libertad condicional.

Un asesino en serie condenado a seis cadenas perpetuas por la muerte de seis jóvenes y el intento de asesinato de otras siete en el verano de 1977 reveló el testimonio de su conversión al Evangelio y dijo que se siente perdonado por Dios.

David Berkowitz, también conocido como el «Hijo de Sam» en los Estados Unidos, renunció a la primera audiencia de libertad condicional desde que fue detenido en 1977.

Su audiencia de libertad condicional a la que tiene derecho está prevista para 2016, de acuerdo a la información el New York Post.

El abogado de Berkowitz, Mark J. Heller, dijo que los motivos de su cliente no ha optado por su libertad condicional eran asuntos de fe, «David me dijo que la razón por la cual él nunca buscó la libertad en la junta de libertad condicional se debe a que Jesús ha liberado su corazón, alma, mente y lo perdonó.»

Heller reveló que el asesino había sido criado como un judío practicante, pero se convirtió al cristianismo después en la cárcel y se convirtió en un líder de los fieles en la cárcel, además trabaja como ayudante de dirección de la cárcel del condado de Sullivan.

En 2012, en una entrevista con el Daily News, Berkowitz explicó que el apodo de «El hijo de Sam» le fue dado porque en el momento de la detención dijo que un perro llamado Sam le había dicho de disparar a los jóvenes.

«Le digo a usted, me sentí como si estuviera bajo el control demoníaco […] ni siquiera reconozco a esa persona».

«Hijo de Sam» es lo malo y satánico. Esa persona es como un completo extraño para mí ahora. Dios tiene a gente muy agradable, que cuidan de mi vida.

Para mí son más que amigos, son familia.

«Yo seré el primero en decir que no merezco que haya salvado mi vida, pero yo creo que Dios me perdonó la vida para hacer las cosas que estoy haciendo ahora», dijo el prisionero y terminó diciendo: «Quiero que la gente vea que Mi Dios es un Dios de milagros. Si él puede salvar a alguien como yo, puede salvar a cualquiera».

www.huffingtonpost.com

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