
9 cualidades de las personas realmente seguras de sí mismas
Las personas realmente seguras de sí mismas tienen 9 cualidades que se basan todas en la confianza en sí mismas que no es lo mismo que jactancia, arrogancia o una pretensión manifiesta de valentía.
La confianza no es algo temerario y una actitud despótica hacia los demás. La confianza es tranquila: es una expresión natural de la capacidad, la experiencia y la autoestima.
Tengo la suerte de conocer a un número de personas que realmente confían en sí mismas.
Muchos de ellos trabajan conmigo en HubSpot, otros son compañeros fundadores de sus propias startups algunos de los cuales he conocido a través de mi actividad de Inversion Angel. Pero la mayoría son personas que he conocido a través de mi carrera y que trabajan en una variedad de industrias y profesiones.
No es de extrañar que todos ellos compartan una serie de cualidades:
1. Ellos toman una posición no porque piensan que siempre tienen la razón… sino porque no tienen miedo a equivocarse.
La gente arrogante y engreída tiende a tomar una posición y luego proclamar bravatas, y son totalmente omisos a diferentes opiniones o puntos de vista. Ellos saben que tienen razón – y quieren (en realidad necesitan) que también lo sepas.
Su comportamiento no es un signo de confianza, sin embargo, es el sello de un matón intelectual.
Las personas verdaderamente seguras no les importan conocer que están mal. Sienten que averiguar lo que está bien es mucho más importante que tener la razón. Y cuando se equivocan, son lo suficientemente seguros para dar marcha atrás con gracia.
Los que tienen confianza en sí mismos suelen admitir sus errores y reconocen que pueden no tener todas las soluciones, los que matonean nunca lo hacen.
2. Hablan menos de lo que escuchan.
El alarde es una mascarada de la gente insegura. Las personas verdaderamente seguras son tranquilas y sin pretensiones. Ellos ya saben lo que piensan, quieren saber lo que piensas.
Así hacen preguntas abiertas que le dan a la gente la libertad de ser reflexivos e introspectivos: Piden lo que hace, cómo lo hace, ¿qué le gusta a él, lo que aprendió de él… y lo que deben hacer si se encuentran en una situación similar.
Las personas verdaderamente seguras dan cuenta de que saben mucho, pero desean saber más… y saben que la única manera de aprender más es escuchar más.
3. Ellos no necesitan ser el centro de atención para brillar sobre los demás.
Tal vez lograron hacer la mayor parte del trabajo. O llegaron a superar los obstáculos. Tal vez sea cierto que se volvieron un grupo de individuos dispares en un equipo de muy alto rendimiento.
Las personas verdaderamente seguras no les importan – al menos no lo demuestran. La gente realmente segura no necesita la gloria, saben lo que han logrado.
No necesitan la validación de los demás, porque la verdadera validación viene de dentro.
Estos celebran sus logros a través de los demás. Se paran atrás y dejan que los demás brillen – le dan confianza para que las personas que están con ellos se vuelvan realmente seguras, también.
4. Pueden pedir ayuda con libertad.
Muchos sienten que estar pidiendo que les ayuden es un señal de los débiles; implícita en la solicitud es carencia de conocer, de tener habilidades o experiencias necesarias.
Los que son confiados son lo suficientemente seguros para admitir debilidades. Son seguros lo suficiente para pedirle a los demás que lo ayuden porque saben también que cuando buscan ayuda dan a la persona que le piden un gran cumplido.
Diciendo: “¿Me puedes ayudar?” Muestra un gran respeto por su experiencia y el juicio del individuo. De lo contrario, no le pediría.
5. Ellos piensan: “¿Por qué yo no?”
Muchas personas sienten que tienen que esperar: Para ser promovidos, para ser contratados, para elegir, para ser elegidos… ser descubiertos.
Los que son confiados en sí mismos saben que pueden acceder universalmente donde quieren. Tienen la capacidad de poder tener conexión con cualquiera de las personas en la sociedad. Estos tienen confianza que pueden llegar a conseguir financiarse, producir su propios producto, edificar su propia redes de relaciones, escoger su camino propio – el curso que deseen lo eligen.
Y en baja voz, no buscan la atención, no llaman, salen y lo hacen.
6. No se comparan con otras personas.
En términos generales, las personas que les gusta el chisme, que les gusta hablar mal de los demás, lo hacen porque esperan por comparación verse mejor a sí mismos.
Una persona realmente segura se compara solo con la persona que fue él mismo ayer – y en aquél que este pretende llegar a ser en algún momento.
7. Ellos no tienen miedo de parecer tontos…
Correr en calzoncillos es un extremo… pero cuando eres alguien que confía en sí mismo, no le das importancia estar 10 puntos.
(la gente suele respetar más cuando eres así – no menos.)
8. Y ellos son dueños de sus errores.
Los inseguros suelen alimentar la artificialidad en las relaciones.
Los seguros admiten sus errores. Celebran sus meteduras de pata. No les importa que les sirva como una advertencia. No les dan importancia de causar risa – para los demás y para sí mismos.
Si alguien está confiado en sí mismo, no le da cuidado cuando “luce mal.” Cuando eres genuino y sin pretensiones, la gente no se ríe de ti.
9. la aprobación de las personas que realmente le importan es lo que le interesa a la persona segura de sí misma
¿Usted dice que tiene 10 mil seguidores en Twitter Bien. ¿20 mil amigos en Facebook? Genial. ¿Una red profesional y social de cientos o incluso miles? Eso es genial.
Eso no es nada comparándolo con tener el respeto y la confianza de las pocas personas en tu vida que de verdad te tiene que importar.
Teniendo la confianza y respeto de estos, no es importante a dónde vayamos o que intentamos, lo importante es que sabemos que las personas que realmente me importan más están verdaderamente detrás de nosotros.
¿Qué te parece?