
6 Razones porqué las comparaciones hieren
El Dr. Thom Rainer habló de las 6 razones porqué las comparaciones hieren a las iglesias y al escribir: “Yo soy miembro de la Iglesia”, señaló las claves del papel que 1 Corintios 13 juega en la definición de lo que cabría esperar de ser un miembro de la iglesia.
Por supuesto, muchos ven este «capítulo del amor» sin entender que Pablo escribió en el contexto de hablar con miembros de la iglesia acerca de sus actitudes y comportamientos en una congregación local.
Él se hace una propuesta a sí mismo: “¿Qué pasa si le preguntas a los líderes y miembros de las iglesias teniendo en cuenta a 1 Corintios 13 de fondo?”.
¿Qué pasa si soy paciente con los miembros y los líderes de mi iglesia? ¿Qué pasa si yo siempre soy amable con ellos? ¿Qué pasa si pongo sus necesidades antes que las mías? ¿Qué pasa si yo veo a mi iglesia con todas sus imperfecciones a la luz del amor incondicional?
Usted ya tiene la idea de lo que se quiere decir.
Las Iglesias saludables tienen un número de líderes y / o miembros que no practican 1 Corintios 13 en sus congregaciones locales. Estas personas tienden a buscar su imagen de una iglesia ideal en lugar de amar a su actual iglesia, sus líderes y sus miembros.
Ellos están constantemente comparando algún aspecto de la iglesia con otra iglesia o miembros o líderes. Como resultado, seis consecuencias no saludables se desarrollan cuando estas comparaciones se llevan a cabo.
1. La comparación crea insatisfacción entre los miembros con los pastores y el personal. «El actual pastor no predica como el pastor de la otra iglesia.» «Nuestro pastor estudiante no es tan dinámico como el otro chico de la otra iglesia.» «Si solamente nuestro pastor mantendría sus sermones tan breves como mi antiguo pastor.» «Yo sé que el pastor de la otra iglesia visita a los miembros más que nuestro pastor.»
2. Los pastores y personal de la iglesia pueden tener el síndrome de la «hierba verde» cuando comparan sus iglesias y sus miembros con alguna otra iglesia.
Una vez le pregunté a un amigo que nombre a su iglesia favorita de las varias que había servido como pastor. Su respuesta fue a la vez divertida y triste: «La próxima». Pasaría de una iglesia a otra buscando esa congregación perfecta. Por supuesto, ese lugar no existe.
3. Las comparaciones crean expectativas poco saludables. Ser un miembro de la iglesia es algo parecido a estar casado.
¿Cuántos de nosotros hemos pensado que nuestro matrimonio podría ser mucho mejor si nuestro cónyuge podría convertirse en algo que él o ella no es?
Ninguna iglesia es perfecta. Todas luchan de una u otra manera. Cuando comparamos nuestra iglesia a otra congregación, podemos estar creando una expectativa que no es realista ni saludable.
4. Cuando comparamos, llegamos a ser miembros de consumo en lugar de ser miembros que sirven. El papel de los miembros de la iglesia y los líderes es el de servir. Estamos para servir a Dios en primer lugar, y a nuestros compañeros de al lado.
Cuando comparamos las iglesias, estamos poniendo nuestros propios intereses y necesidades percibidos por delante de los demás. Nos involucramos en «La iglesia Shopping», una frase que no se encuentra en ninguna parte en la Biblia.
5. Comparar crea una cultura de crítica. Los líderes y miembros constantemente toman en cuenta lo que la iglesia y sus miembros no están a la altura. Ellos evalúan regularmente al pastor y a otros líderes en cuanto a las formas que no cumplen con las expectativas. El resultado natural de este modo de pensar es la insatisfacción irreverente y las críticas.
6. Cuando comparamos, no nos tomamos el tiempo para «mirarnos al espejo.» En mi primera iglesia donde serví como pastor, me puse irritado y frustrado con los miembros.
Mi experiencia no fue nada parecida a lo que había previsto o esperado. Cuando empecé a quejarme a Dios acerca de «esa gente» Dios me convenció de mis propias limitaciones, mis propios pecados, y mis propios problemas.
Había pasado demasiado tiempo mirando la paja en los ojos de los demás en lugar de la viga en mi ojo.
He sido culpable de las comparaciones en las congregaciones locales, tanto como miembro de la iglesia y como pastor. Pero he encontrado la mayor alegría cuando me detengo el comparar y empiezo a servir.
Tengo mucho para que Dios me arregle sin tener que gastar una cantidad excesiva de tiempo preocupándome acerca de cómo otros miembros de la iglesia, pastores, y el personal pueden ser mejores desde mi propia perspectiva imperfecta”.
Dr. Thom Rainer es el presidente y director general de Recursos Cristianos LifeWay de la Convención Bautista del Sur.
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