
Curiosidad – ¿Beneficiosa o no?
Curiosidad – ¿Beneficiosa o no?, es la pregunta que nos hacemos muchos cristianos, ¿nos perjudica o sirve de bendición?, buscar información en internet por ejemplo es una bendición en algunos casos ya que nos aporta conocimientos y cuanto mayor conocimiento tenemos, vivimos mejor, como dice la Escritura en Oseas 4:6
“Mi pueblo perece por falta de conocimiento”
Pero por otro lado el tener demasiada curiosidad de temas ocultos y que no nos competen como cristianos nos puede desviar y confundir, como Dios también advierte en Deuteronomio 29:29:
“Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, más las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley”.
Hoy existe demasiado conocimiento que en realidad no podemos absorber, a veces no sabemos de ese conocimiento qué es bueno y qué no para nuestras almas.
El ocultismo de basó en la curiosidad y en el deseo del conocimiento, Eva fue tentada por el diablo en Edén cuando este le sugirió que Dios sabía más cosas que no le quería revelar. Dándole a entender que Él era malo y no quería darle todo el bien.
Dios le dijo en Génesis 2:17:
“pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”.
Génesis 3:1-5 “La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer:
— ¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?
Y la mujer le contestó:
—Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos.
Pero la serpiente le dijo a la mujer:
—No es cierto. No morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios”.
La curiosidad está ligada al conocer y al deseo de ser y tener lo que no es concedido por Dios. Y aquí se asienta el orgullo, la rebeldía y la idolatría.
La medida del conocimiento está relacionada a la medida de la revelación de Dios que será equivalente a nuestro desarrollo espiritual. Y eso es para nuestro bien para el crecer espiritualmente en armonía.
Nosotros sabemos que a un niño pequeño no le podemos enseñar a encender el fuego de la estufa porque todavía no puede manejar ese conocimiento y es peligroso para él.
Así también nosotros debemos avanzar en proporción a nuestra revelación espiritual y lo que Dios nos brindó como seguridad, que se encuentra definido por los principios bíblicos.
La ciencia siempre se mezcla en un punto con lo espiritual. Si no tenemos bien definidas nuestras bases y principios espirituales ese conocimiento en vez de acercarnos a Dios nos alejará de Él.
Nuestra actitud debe ser el recibir el conocimiento con reflexión, manteniéndonos en los límites de las verdades bíblicas.
1 Tim. 4:15 nos anima a «Reflexionen sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos [personas].»
Se puede tener curiosidad para conocer más las maravillas de Dios y glorificarlo a Él o se puede tener la clase de curiosidad de Eva. Una curiosidad que desafió el mandato y los límites puestos por el Creador.
¿Qué te parece?