
Cristo en visión le pidió que vaya a los musulmanes
Un misionero dijo que Cristo en visión le pidió que vaya a evangelizar a los musulmanes a China.
Él da testimonio de las múltiples conversiones a Cristo en China, dijo también que su dedicación a este ministerio comenzó poco después de haber tenido una visión en la que Jesús le pidió lo más valioso.
Zhang dijo que en el tiempo de la visión decidió dedicar su vida para dar a conocer a Jesucristo a los seguidores del Islam, según información Open Doors.
«Un día estaba orando y tuve una visión: una mujer vertía una botella de aceite precioso sobre Jesús. Jesús me miró y preguntó: ¿Qué es lo más valioso para ti? Yo reflexioné y busqué la respuesta desde el fondo de mi alma, y dije: ‘mi vida es lo que es más valioso, y estoy dispuesto a darla. Úsala, Señor, con tu poder’. Ese fue mi fuerte deseo de convertirme en un misionero y trabajar entre los musulmanes», dijo.
El principio de este viaje ocurrió con apoyo y orientación de Open Doors, que sugirieron que la predicación del Evangelio fuera indirecta, pero efectiva.
«Mi primer contacto con los musulmanes en mi país fue durante un viaje misionero a corto plazo, cuando era estudiante de segundo año. Pocos años después de mi graduación, tuve la oportunidad de participar en una investigación de campo, de Open Doors, en China. Me dieron la oportunidad de enseñar en una escuela, en una aldea musulmana. La sugerencia fue que no predicara el evangelio directamente sino construyendo relaciones y compartiendo el amor, con respeto», informó el misionero.
Uno de los momentos más memorables de esa experiencia, según Zhang, fue cuando un chico tímido de una de las habitaciones de esta escuela se dirigió a él y habló de la transformación por la que había pasado escuchando sus palabras.
«No creo en el amor, no sabía que existía, pero después de conocerlo, veo que estaba equivocado. El amor realmente existe, «dijo el muchacho al misionero. «Empecé a llorar al ver que el amor volvió al corazón de ese chico. Jesús puede derribar los muros de la religión y derretir el hielo de las diferencias culturales, «agregó el misionero.
Zhang informó de que en China, miles de musulmanes asisten a esas escuelas a oír la predicación del Evangelio: «admito que, al principio, una parte de mí decía que sería muy difícil vivir entre los musulmanes de China, pero profundamente yo sabía que iba a hacer un trabajo significativo, a través del amor de Cristo.
¡Dios es bueno! No somos superhéroes para salvar al mundo, pero somos hijos de Dios y sólo tenemos que hacer nuestro trabajo […] Mi objetivo es ayudarles a crecer, para que un día, puedan afectar a sus propias comunidades», concluyó.
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