Sanando la Tierra

¿Qué dice la Biblia acerca del Sufrimiento?

26 mayo, 2015 / adm / Iglesia y Ministerio

La posición abatida

Dios lo permite para perfeccionarnos:

Según Romanos 5:3-5 debemos alegrarnos porque el sufrimiento produce cambios reales en nuestra vida espiritual como el ser más pacientes, somos más resistentes y al ser más resistentes formamos carácter y el carácter produce esperanza.

Según 1 Pedro 5:10 nos dice que el padecimiento (que en esta vida representa un poco de tiempo) hará que el mismo Dios nos restaure, confirme, fortalezca y establezca.

Según Santiago 1: 2-4 nos dice que nos gocemos ante las pruebas – pruebas que lo que hacen realmente es probar nuestra fe – porque produce en nosotros paciencia- y esa paciencia nos perfecciona en carácter y para que seamos justos, cabales y completos.
Romanos 8:18 nos dice que en comparación, lo que vivimos no es nada en relación a la gloria venidera.

No debemos pensar que somos los únicos que padecemos:
En 1 Pedro 4: 12-19 nos dice que no tenemos que pensar que la aflicción no nos puede venir o que somos los únicos cristianos que sufren. De alguna manera la aflicción hace que participemos de los sufrimientos de Cristo. Pero advierte claramente que se puede padecer por hacer mal las cosas.
Recibiremos la verdadera consolación de Dios:
En Apocalipsis 21: 4 nos dice que el mismo Dios nos consolará y quitará todo sufrimiento y las lágrimas de nuestros ojos.
Experimentaremos su promesa de protección:
En Isaías 43: 2 Dios nos promete que estará junto a nosotros en la tribulación y que esta sea del tipo que fuera no nos destruirá.

La aflicción nos hará ‘vivir el Poder de Dios:
En 2 Corintios 4: 8-10 habla de cómo el padecimiento por la incomprensión, el abandono, la postración realmente no nos puede derribar si llevamos firme la fe. Cuando parece que estamos muertos en nuestra humanidad la vida de Cristo se manifiesta en nosotros.
En el mundo es imposible no padecer
En Juan 16:33 Jesús nos habla para que tengamos paz y nos advierte que en el mundo tendremos tribulación pero también nos dice que él venció al mundo.

Como consecuencia de nuestra vida cristiana:
En 2 Timoteo 3:12 el apóstol nos advierte que si queremos vivir una vida piadosa tendremos persecución.
El Salmo 34:19,-uno de mis preferidos- nos dice que las aflicciones del justo son muchas, pero nos promete que de todas de ellas, él nos librará.
Por disciplina:
La aflicción de Hebreos 12:11 es de otro tipo. Es por causa de disciplina. No nos gusta y es desagradable pero nos transforma.
Del mismo tipo es el texto en Salmo 119: 71
‘Es bueno para mí es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos’. La humillación nos sirve para aprender lo bueno.
En 2 Corintios 12: 7-10, el apóstol Pablo nos habla de una clase de disciplina por causa de su orgullo.
Una espina que le ponía Satanás en su carne.
Esta debilidad en su carne y en sus privaciones producía que él interiormente fuera fuerte en el poder de Dios.

Para que seamos como Dios y aprendamos a consolar a otros:
En 2 Corintios 1: 3-7 nos dice que Dios puede dejarnos ‘probar las tribulaciones’ para que nosotros al ser consolados por Dios, sepamos consolar a nuestros hermanos.

El sufrimiento por servir a Dios en su obra:
Las penalidades de 2 Timoteo 2: 3-4 son las de un soldado a las órdenes de Cristo. Son las penalidades y sin sabores de la obra de Dios. El buen soldado las sufre.

Para darnos recompensa eterna:
La aflicción que menciona Santiago 1:12 nos da a entender que aparte del mejoramiento a nuestras almas, la aflicción por mantenernos fiel en las tentaciones nos traerá de recompensa la corona de la vida.

Nuestro sufrimiento hace que seamos ejemplo de Cristo:
1 Pedro 2: 19-21 nos dice que si sufrimos injustamente sin pecar, esto agrada a Dios. Y de alguna manera para esto mismo fuimos llamados, para seguir el ejemplo de Cristo en las tribulaciones.

Para que experimentemos Su amor a pesar de las circunstancias:
En Romanos 8: 35-39 nos habla claro que nada nos separa del amor de Dios. Las tribulaciones son una de estas cosas.
La finalidad de Dios es quitarnos toda aflicción:
Ante todo es bueno ver la aflicción bajo la perspectiva de Dios en Jeremías 29:11 ‘los pensamientos de Dios son de paz y no de mal, para daros el futuro y la esperanza que anhelamos’.

 
 

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