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El misterio de la iniquidad.
Dice 2 Tesalonicenses...
2:7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida. Si hay un misterio de iniquidad es porque hay un misterio de piedad. El misterio de la piedad es que Dios se hizo hombre y el misterio de la iniquidad es que un hombre se hizo Dios. El personaje del misterio de la piedad es Cristo, pero el misterio de la iniquidad es el Anticristo. El carácter de Cristo es que él se hizo obediente hasta la muerte, pero el carácter del Anticristo es que él se hace rebelde hasta la muerte.
¿Qué es iniquidad? La palabra iniquidad es del griego Anomia y significa (a= sin y nomos= ley). Iniquidad es la expresión de un hombre sin ley. Un hombre sin ley es un hombre sin verdad, sin credo, sin Dios, sin piedad y sin justicia. La meta de un hombre sin ley es destruir todo lo que se llame ley. Hechos 2:23 dice que a Jesús lo prendieron, lo mataron y lo crucificaron hombres inicuos, es decir, hombres sin ley. El hombre que no tiene ley se hace ley en sí mismo, él es su propia ley. Un inicuo no es que infringe la ley, porque si la infringiera era porque antes la tenía. El inicuo simplemente es un hombre sin ley, es un anomo.
Hay un movimiento por ahí (“Creciendo en Gracia”) que dice que el apóstol Pedro es el inicuo porque se opuso a la verdad de la gracia, ¡error! Pedro fue un santo, un hombre con ley, con justicia, con verdad de Dios en su corazón. Reconocemos que no comprendió a Pablo en la profunda revelación de la gracia es otra cosa, pero no es para llamarlo “inicuo” porque no lo es, ni es para desechar lo que escribió en sus epístolas. La manifestación de un inicuo no se da tanto por lo que se opone sino por lo que interiormente es. ¿Qué es un inicuo? Es un hombre interiormente sin ley, sin Dios y sin justicia. Pedro fue un hombre con ley, con Dios y con justicia. El “inicuo” es otro que más adelante conoceremos.
El contexto de 2 Tesalonicenses nos habla de dos manifestaciones: la manifestación de la II venida de Cristo y la manifestación del último y el mayor de todos los Anticristos (inicuo). La manifestación de la I venida se llama el “misterio de la piedad”, pero la manifestación de la II venida se llama el “misterio de la gloria”. Pablo dice en el V: 3 que el “misterio de la gloria” no vendrá sin que antes venga el “misterio de la iniquidad”, ¿Qué es el misterio de la iniquidad? Es la manifestación de una doctrina que se llama “apostasía” y es la manifestación de un hombre que se llama “Dios” pero su verdadero calificativo es “Anticristo”. Todos los hombres en pecado son el "anticristo" porque el pecado se opone a Cristo. El pecado en sí es el anticristo, el misterio de la iniquidad.
El “Anticristo” es el misterio de la iniquidad, así como “Cristo” fue el misterio de la piedad. Un “misterio” es para manifestarse o revelarse. Pablo dice que el misterio de la iniquidad se tiene que manifestar, pero en su tiempo ese “misterio” ya estaba en acción. El misterio de la iniquidad es un engaño de iniquidad para los que se pierden, y ese poder engañoso de iniquidad lo envía Dios para los hombres sin ley, para que crean la mentira, para que sean condenados porque no creyeron a la verdad, sino que esos hombres sin ley se complacieron en la injusticia.
La injusticia es la máxima expresión del misterio de la iniquidad. La injusticia se opone, se levanta contra todo lo que se llama Dios, culto, y templo. La injusticia será el carácter del Anticristo y él se sentará en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. El profeta Daniel en Daniel 11:36,37 dice que el Anticristo será un rey que hará:
Pablo dice que este “misterio” ya está en acción. ¿Qué es lo que está en acción del misterio de iniquidad?:
1. La soberbia: Desde la caída de Lucero y de Adán, este misterio de iniquidad en el corazón del hombre ha desafiado la autoridad de Dios. Lucero fue el primer misterio de iniquidad. Isaías 14:12-14 dice que Lucero cayó del cielo, porque en su corazón desafió a Dios, diciendo:
2. La rebeldía: Después de la caída de Lucero vino la caída de Adán. Génesis 3 dice que la serpiente desafió la palabra de Dios que tenía Eva, ¿Cuál era la palabra que tenía Eva? (2:17) “...del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Satanás desafió esa palabra, y le dijo a Eva (3:4) “No moriréis; sino que...seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. ¿Qué hizo Eva? (V: 6) “...vio, tomo y comió del árbol y dio a su marido”. Adán y Eva desafiaron a Dios con su rebeldía y ¿Qué pasó? Pablo dice en Romanos 5:12 que “...el pecado entró en el mundo por un hombre (Adán), y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.
El misterio de la iniquidad lo manifestó Adán, él lo introdujo en el mundo y este “misterio” pasó a todos los hombres. Todos los hombres en pecado son inicuos, anticristos y hombres sin ley. Pero cuando uno viene a Cristo, el Espíritu Santo lo libra de ese misterio de iniquidad y lo pone a ejercitarse para el misterio de la piedad, 1 Timoteo 4:7.
Pablo dice que este el “misterio” va a manifestar a un inicuo, a quien el Señor lo matará con el espíritu de su boca (la palabra viviente), y lo destruirá con el resplandor de su venida, 2 Tes 2:8. Si Pedro fuera el “inicuo” como dice el movimiento Creciendo en Gracia, Dios lo destruiría con el resplandor de su venida, y Pedro no diría en 1 Pedro 4:13
“...gozaos ...para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”. Pablo dice en el V: 9 que ese “inicuo” vendrá por obra de Satanás, y si ese “inicuo” fuera Pedro, entonces, 1 Pedro 1:1 no diría “Pedro, apóstol de Jesucristo”. Pedro no necesitó ningún advenimiento, él vino al apostolado por obra de Jesús cuando lo llamó con su hermano Andrés en el mar de Galilea para ser apóstol de la circuncisión
Así como el misterio de la piedad manifestó a un Ser Santo, Lucas 1:35, de igual modo, el misterio de la iniquidad manifestará a un ser inicuo. Ese inicuo vendrá por obra de Satanás (pecado) con señales mentirosas, y con engaño de iniquidad. Observa que Pablo dice gramaticalmente que el inicuo vendrá no vino. Hay dos advenimientos dualistas en la Biblia: el advenimiento de la II venida de Cristo y el advenimiento del inicuo. ¿Cuál es el fin del advenimiento del inicuo? Para que los que se pierden sean condenados con todos los que no creyeron a la verdad, 10-12.
Dijimos que el misterio de la iniquidad es la manifestación de una doctrina que se llama “apostasía”. La palabra apostasía es del griego Aphistemi (apo= de – partitivo y histemi= estar de pie). Apostatar significa “apartarse, abandonar, rechazar, levantarse e irse de”. En 1 Timoteo 4:1 se apostatará de la fe. En Hebreos 3:12 se apostatará del Dios vivo. Los apostatas no tienen amor por la verdad. Pablo dice que éstos apostatas serán condenados porque no creyeron a la verdad. Escucharon la verdad, pero se levantaron y se fueron. Y cuando uno se levanta de la verdad ¿a dónde entrará? En la mentira. ¿En cuál mentira? En la mentira que les dirá el Anticristo, apelando a sus milagros mentirosos. El que rechaza la verdad, consiente la iniquidad.
En 2 Tesalonicenses 2:13 Pablo dice “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios...de que os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”. ¿Qué nos enseña esto? ¿Quiénes son los “nosotros”? Son los elegidos, éstos nunca apostarán de la verdad, ¿Por qué? Porque ellos tienen el misterio de la piedad, tienen la fe en la verdad, que es la fe de los escogidos. Tito 1:1 nos habla de la fe de los escogidos de Dios que es el conocimiento de la verdad según la piedad.
La verdad es la marca registrada de los que estamos en el misterio de la piedad, pero la mentira es la marca de los que estarán bajo el misterio de la iniquidad (pecado). Observa que Pablo dice en 2 Tesalonicenses 1:3 “...por cuanto vuestra fe va creciendo...”, ¿Qué hace crecer la fe? La hace crecer la verdad del misterio de la piedad. Efesios 4:15 dice 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. La verdad es la única que te librará del misterio de la iniquidad. ¿Cuál verdad? Juan 14:6 ¡Jesucristo! La verdad es la ley del piadoso, pero la mentira es la ley de los inicuos, de los hombres sin ley, del pueblo perdido del misterio de la iniquidad. Gracia y paz.