Sanando la Tierra

«He estado orando durante tanto tiempo…» Testimonio

3 noviembre, 2013 / adm / Testimonios

He estado orando durante tanto tiempo... Testimonio

Un médico sugirió recientemente que vea un acupunturista por el dolor en el pie que no responde a la medicación. Acupunturistas y quiroprácticos fueron vistos como charlatanes en lugar de curanderos, pero eso ha cambiado un poco, ya que ambos son ahora aceptados como una forma natural de ayudar al cuerpo a curarse a sí mismo.

En mi primera visita, el terapeuta y yo hablamos acerca de nuestras profesiones y cómo, en muchos aspectos son similares. La medicina oriental mira a toda la persona: cuerpo, alma, mente y espíritu, sabiendo que todos ellos están conectados.

En la enfermería de cuidados paliativos, se llega rápidamente a la misma comprensión, sabiendo muy bien que el alma se mueve con facilidad a su morada eterna en que todas las partes que componen la vida de una persona están en paz. Nosotros, por supuesto, compartimos algunas historias, aquí está una de estas:

Un joven, de unos treinta años, se estaba muriendo de cáncer y visitó a su oficina un día. Tenía muchos de los síntomas relacionados con la enfermedad en etapa terminal y parecía estar buscando algo de alivio. No siempre entendemos claramente lo que la persona está buscando, pero empezamos donde nos conducen a través de la conversación.

Mientras que el médico coloca los pequeños pins de acupuntura en su cuerpo, se encontró orando por él. Cuando volvió la cabeza, vio, en el ojo de su mente, Jesús sentado en el sofá cercano. “Dile que estoy aquí”, oyó claramente.

De ninguna manera, se dijo a sí misma. Una segunda vez oyó decir: «Dile que estoy aquí.» Mientras luchaba por creer lo que estaba sucediendo, Jesús se levantó, se acercó a la mesa y, poniendo sus manos sobre las de ella, dijo: “Dile que estoy aquí ahora”. Esta vez, ella obedeció sin duda en su mente. «Jesús está aquí contigo ahora», dijo, «y quiere que le diga.»

El hombre saltó de la mesa, diciendo una y otra vez, «él está aquí conmigo ahora, él está aquí conmigo ahora.» Estaba tan encantado como ninguna persona que jamás había visto. «He estado orando durante tanto tiempo que él me hiciera saber claramente que él está caminando conmigo por todo esto, y ahora lo ha hecho.» Salió de la oficina ese día con el corazón feliz de que sólo Jesús puede dar.

Si el acupunturista se hubiera negado a decirle a su cliente lo que había oído, se habría perdido la misma bendición que había estado buscando y que Jesús tenía en mente para él. Nos corresponde a todos a escuchar con atención a esa pequeña voz dentro de nosotros que es el Espíritu Santo de Dios. Cuando Jesús nos dice que él está siempre con nosotros, quiere decir siempre. Tenemos que tomar su palabra para ello.

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