Gracias a un descubrimiento arqueológico se confirman los relatos de dos cartas escritas por el apóstol Pablo. Estas fueron dirigidas a las iglesias de la ciudad de Corinto.
Gracias al hallazgo los escritos ganaron mayor base histórica.
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Este es producto del reciente descubrimiento arqueológico de las ruinas del antiguo puerto. Lugar que fue sacudido por un terremoto que devastó la región.
Debido al terremoto, la ciudad quedó sumergida, dificultando el descubrimiento de los investigadores. Sin embargo, el avance de la tecnología les ha ayudado. Gracias a las sondas y equipos capaces de hacer lecturas geográficas de forma remota y vía satélite.
Así, los arqueólogos han logrado dar cuenta de que los restos encontrados son en realidad la antigua Corinto.
«Durante casi dos décadas estaba buscando el contexto arqueológico perfecto. Donde todo el material orgánico que no se encuentran normalmente en la tierra se haya conservado. El potencial de los descubrimientos más singulares es increíble». Dice Bjørn Loven, director del proyecto arqueológico, de acuerdo a The Christian Post.
La investigación fue realizada en los puertos de Lachaion y Kenchreai (1,2) en el Golfo de Corinto.
Y se llevan a cabo por arqueólogos de Dinamarca y Grecia.
Debido a su posición estratégica en el Mar Mediterráneo, Corinto fue reconstruido por los romanos en el 44 dC., después de su destrucción en 144 aC. Alrededor del siglo séptimo dC, se cree que la mayor parte de la ciudad quedó sumergida por un terremoto. Pero los cobertizos descubrimiento actualmente arrojan luz para confirmar los registros de la Biblia.
Entre los materiales que se encuentran conservados hay artefactos de madera.
Esto llamó la atención de los investigadores, ya que es materia orgánica:
«Estas estructuras de madera extremadamente raras que encontramos en las primeras etapas de Lechaion nos dan la esperanza de encontrar otros materiales orgánicos. Tales como herramientas, muebles y piezas de edificios y barcos hundidos, que eran de madera. Hay un enorme potencial, es importante destacar que muy rara vez se encuentra material orgánico en el suelo en la región central del Mediterráneo», dijo Loven.
El descubrimiento arqueológico cuenta con el apoyo del Instituto Danés en Atenas.
También la Universidad de Copenhague y el Eforo griego de Antigüedades Submarinas.
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